Gallina catalana del Prat; todo lo que necesitas saber

La gallina catalana del Prat es una de las razas originarias de gallinas más antiguas de España, la cual se desarrolló en la comunidad autónoma de Cataluña, en las inmediaciones de Barcelona. Se trata de una gallina que desciende de las gallinas del Delta de Llobregat (Barcelona). En este artículo de Mascotazas haremos alusión a una de las especies de gallina más características de esta zona de España.
Se conoce como “gallina del Prat” debido a la zona de cultivo de Llobregat, conocida por ese nombre en la zona suroeste de la región.
En ese caso, son gallina catalana criadas con dos fines: producción de carne y la puesta de huevos.
A continuación, vamos a conocer las características de la gallina catalana del Prat y un poco sobre su origen e historia. Sigue leyendo….
- Características de la gallina catalana del Prat
- Origen de la gallina catalana del Prat
- Actualidad de la gallina catalana del Prat
- Variedades de la gallina catalana del Prat
- Características que descalifican la elección de la gallina catalana del Prat
- Alimentación de la gallina Catalana del Prat
- Temperamento de la gallina catalana del Prat
- Producción de huevos
- La gallina catalana del Prat en la cocina
Características de la gallina catalana del Prat
La gallina catalana del Prat se trata de un ave de estilo mediterráneo, de gran rusticidad y de un tamaño medio.
Consta de un llamativo color beige con cola de color negro verdoso. Además, su imponente cresta tiene seis puntas, con el primero y último diente más pequeños que los centrales.
Su cabeza es ligeramente grande y alargada, mientras que el pico es largo y en forma de arco en gallos. Adicionalmente, es de dorso largo e inclinado hacia atrás.
La gallina catalana del Prat destaca por su ancho y prominente pecho, porta unas alas pegadas al tronco de gran tamaño, así como sus muslos también grandes y carnosos.
Por otro lado, la cresta en los gallos se queda en pie, mientras que en las gallinas se cae tras la primera punta.
La gallina catalana del Prat es de piel blanca y el color de sus huevos va del blanco cremoso al grisáceo pálido. Las orejas son blancas, su barbilla roja y los ojos castaño oscuro.
Además, su peso ronda los tres kilos y medio en machos y los dos y medio en hembras. Son de pluma homogénea y cola grande y curvada, y sus barbillas son colgantes y de textura fina.
Por último, podemos decir que, dentro de la raza de esta gallina, existen dos variedades: la blanca y la leonada.
Origen de la gallina catalana del Prat
Gallina del prat el origen:
Probablemente, en sus orígenes, se trataba de una gallina de cresta normal, de patas limpias y cola emplumada. Las primeras diferencias se empiezan a encontrar en el tamaño de los huevos, el cual era superior que en otras razas.
Se cree que en principio fue cruzada con algún tipo de gallina exótica, probablemente la cochinchina, una raza asiática que explicaría el gran tamaño de la gallina catalana del Prat, así como el color de los huevos, el rojizo de sus orejas y las plumas en las patas, las cuales fueron perdiendo con el tiempo.
La cochinchina fue la primera raza de gallina extranjera que se introdujo en España, y se solía comerciar con ella en la zona de Gracia, en Barcelona, a finales del Siglo XIX, concretamente sobre el año 1885.
La intención no era la de crear una nueva raza, sino simplemente mejorar las gallinas para darles más tamaño.
Sería Josep Corominas Vergés, quien comienza a criar estas aves en unos terrenos de El Prat de Llobregat, fundando la Granja Avícola Prat. Los huevos para la cría eran elegidos de las gallinas reproductoras de segundo año.
En ese caso, se filtraban los que sobrepasaban los 60 gramos de peso y que careciesen de deformaciones o anillos; se metían en una incubadora y se mantenían en una temperatura constante, girándoles frecuentemente.
Una vez roto el cascarón se pasaba a la sexuación. Los polluelos continuaban con su desarrollo en la pollera a una temperatura que rondaba los 30°C, con una cantidad de 10 polluelos por metro cuadrado.
Normalmente, tras la séptima semana, eran llevados a la zona de recría, que constaba de zonas de sol, plantas y espacio para continuar su crecimiento. Los gallos y gallinas que no crecían lo deseado, pasaban a ser destinados a consumo allá por el quinto mes.
Para dicha zona de recría, se escogían zonas arenosas y secas y que tengan inclinación para que caiga el agua. La orientación ideal es que la zona principal esté frente al sol a mediodía.
La Granja Avícola Prat empezó su cuesta abajo a principios de los años 60, tras el fallecimiento de Josep Corominas.
Su familia no pudo continuar con los éxitos de la granja debido a la competencia, lo cual los llevó a su venta y a regresar a Barcelona.
Los primeros años, la gallina catalana del Prat no era muy estimada debido al desconocimiento sobre la raza. Por eso, en el año 1975, se creó un programa donde se buscaba recuperar y procrear la raza.
Actualidad de la gallina catalana del Prat
En la actualidad, ha cambiado mucho la producción en lo que a cantidad de gallinas catalana del Prat se refiere, sin embargo, se ha producido una mejora en la calidad y el tamaño de los huevos.
En ese caso, una gallina catalana del Prat en 2022 puede alcanzar los 180 huevos al año y con un peso de 50gr cada uno.
En España se cuida la raza catalana desde los estamentos del país y se ha convertido en una de las razas de gallina favoritas de la gente.
Lo que sí debes saber, es que la gallina catalana del Prat no es apta para ser madre, ya que los expertos han observado conductas desfavorables al respecto.
La selección que se hizo sobre estas gallinas y la publicidad que hizo Don Salvador Castelló Carreras, lograron que la raza del Prat se difundiese por toda la península y Baleares.
Hoy en día, la gallina catalana del Prat se sigue criando con éxito en países latinoamericanos como Uruguay, Argentina o Cuba, mientras que en Europa tiene bastante éxito en Francia y Alemania.
Te puede interesar: La cría de golondrina
Variedades de la gallina catalana del Prat
A continuación, te las indicamos:
Variedad Leonada
posee una cabeza de color rojo intenso y un cuello leonado. Sus alas son de gran envergadura y bien apretadas al cuerpo.
Son de color gris oscuro en su parte inicial e interna, mientras que las externas presentan color verdoso.
El plumaje de la variedad Leonada presenta color leonado oscuro en cabeza, cola y frente del cuello. En las alas, dorso y silla tienen color leonado con rectrices negras, mientras que en pecho y muslos el color del plumaje es más claro.
El dorso de la gallina catalana del Prat en su variedad Leonada, presenta precisamente ese color leonado con tendencia rojiza.
La cola refleja un verde metálico y tanto pecho, muslos, cuerpo y plumón, son de leonado claro.

Variedad Blanca
La diferencia con la variedad leona, es simplemente la del color del plumaje. En la hembra se presentan, en comparación con el macho, el pecho más ancho y estirado, mucho más erguido y prominente que el del gallo. En la hembra, la cola es más baja y abierta que en el macho, y se cierra a un ángulo de 45°.
En la gallina, las orejas son más pequeñas, las barbillas más cortas y redondeadas y la cresta caída a un lado. En cabeza, cara, pico y ojos no se producen diferencias entre gallina y gallo.
La cresta es de tamaño mediano sin arrugas ni repliegues, las orejas son más cortas en la hembra, así como el cuello. Las alas en ambos sexos van pegadas al torso. además, el pecho de las hembras es ancho y saliente pero menos que en el macho.
Características que descalifican la elección de la gallina catalana del Prat
- Desarrollo incompleto de las plumas de la cola.
- Presentación de tonos azules pálidos en los tarsos.
- Color rojo en las orejas, con la excepción de puntitos pequeños.
- La ausencia de pluma en los tarsos.
- Observación de plumas blancas en la variedad Leonada.
- Plumas de color amarillo o negro en el cuello del gallo Leonado.
- Demasiadas plumas negras en el cuello de la gallina Leonada.
- Color demasiado claro en la cáscara de los huevos.
- Plumaje demasiado rojizo en el Leonado, con escaso desarrollo en plumas caudales.
- Pesaje de los huevos inferior a 60gr después de las primeras 52 semanas de vida.
- Color leonado de baja intensidad en gallinas de primer año.
- Peso de los animales fuera de los intervalos predeterminados.
Adicionalmente, tenemos que hablar del capón catalán del Prat, un gallo autóctono del Prat de Llobregat, que se cría desde hace años en esa localidad. Esta variante se denomina comúnmente “Pota Blava”, que significa “pata azul” en catalán.
Las características destacadas el capón catalán del Prat de Llobregat, son sobre todo el intenso color azulado que rodea sus patas y por el llamativo color rubio oscuro de su espectacular plumaje.
Alimentación de la gallina Catalana del Prat
Como muchas otras razas de gallinas, la gallina catalana del Prat se alimenta de una amplia variedad de productos. Su alimento principal son los granos, como por ejemplo algunas semillas y migas que la gallina encuentra en la naturaleza.
Como alternativa y complemento a esa alimentación, la gallina catalana del Prat se beneficia de insectos y algunos invertebrados, entre los cuales figuran las lombrices, las cuales consigue excavando la tierra.
El objetivo principal de esta gallina en la naturaleza, es conseguir el alimento excavando y picoteando en amplios terrenos hasta observar alimentos que, aunque no sean del mismo origen, sí satisfacen sus necesidades nutrientes.
Cuando la gallina excava y picotea la tierra, se suele hacer con diversos insectos e invertebrados los cuales completan su dieta y le ofrece todos los nutrientes requeridos para un desarrollo óptimo.
Durante el periodo en que son polluelos, llevan un patrón alimenticio similar, con la diferencia de las cantidades comidas que suelen ser más escasas y adquiridas por sus padres, sobre todo por la madre.
La comida que se le otorga a las gallinas catalanas del Prat y que sirven para criarlas, suelen ser un grupo de alimentos diversos, con el fin de que las gallinas crezcan del modo deseado. De esta manera, obtenemos huevos de calidad o una carne óptima para nuestro consumo.
Actualmente, podemos encontrar innumerables variantes alimenticias para las gallinas catalanas del Prat y todos ellas otorgan diferentes nutrientes en varias cantidades (es el criador quien decide cuáles usar).
Las grandes granjas españolas de gallina catalana crean sus propios alimentos, ya que se pueden permitir hacer sus estudios a las diferentes generaciones de gallinas que vayan entrando en producción.
Es así como extraen conclusiones para saber qué alimentos son los más adecuados y hacer ajustes si no son los resultados esperados, para conseguir finalmente el mayor beneficio.
Durante estas últimas décadas, esta ha sido la estrategia más exitosa para crear un alimento óptimo para estas aves mediante la técnica de ensayo-error. Con ello, se ha conseguido perfeccionar el alimento que consumen las gallinas.
Lee también: Cómo adiestrar a un periquito
Temperamento de la gallina catalana del Prat
La gallina del Prat suele evitar en lo posible el contacto con humanos y por eso no se trata de una raza considerada muy amigable. Eso sí, es un animal resistente y logra adaptarse perfectamente a temperaturas cálidas.
Producción de huevos
Las gallinas catalanas del Prat destacan por ser estupendas ponedoras. Esto se traduce en más de 150 huevos al año de tamaños grande o mediano. Estos son de color blanco o más excepcionalmente rosados y pesan unos 60 gramos.
La gallina catalana del Prat en la cocina
Como son gallinas criadas en un entorno natural, los productores de las masías de España, la carne suele ser más dura, necesitando un tiempo largo de cocción. Un par de horas suelen ser las necesarias, así que necesitaremos de un poco de paciencia.
Toma nota de algunas recetas formidables:
Pollo del Prat al horno
Limpiamos y cortamos el pollo en pedazos y lo ponemos en una fuente de horno. Se rocía con coñac y se añade agua y canela.
Lo tapamos con papel aluminio y metemos el pollo a media altura. Ahora, lo cocemos por dos horas y le agregamos frutos secos, orejones o verdura.
Redondo de pollo del Prat
Deshuesamos el pollo, lo envolvemos y le ponemos sal. Ponemos una cazuela en el fuego junto a tomate, cebolla y aceite.
Después de enfriarse, lo cortamos en rodajas. Podemos servirlo tanto caliente como frío.
Ahora ya sabes todo sobre la gallina catalana del Prat.
Deja una respuesta